Revista Ciencia Política – Edición 30
INDICE DE LA EDICIÓN
Contenido
A manera de Presentación…
Un enfoque liberal sobre la modernidad.
Las ideas-fuerza de progreso, de libertad, de laicidad y de afirmación de la individualidad y el pluralismo, han sido a la vez el aliento de la cultura moderna y el patrimonio espiritual del liberalismo. Esa convergencia, que ha desembocado en la apuesta por la democracia -como única forma de organización del poder capaz de garantizar la vigencia de aquéllos ideales-, tiene a su base una premisa irrenunciable: la construcción de una sociedad de responsabilidad individual plena.
La ONU en primera plana.
Los trascendentales acontecimientos históricos que hemos presenciado en este fin de siglo, están moldeando un mundo nuevo en todas sus innumerables facetas y, en particular, en lo que hace referencia a los mecanismos ejecutivos de restablecimiento y conservación de la paz. El Consejo de Seguridad es el nuevo e indiscutido centro del poder mundial, reforzado ahora con el ingreso que se anuncia de Alemania y Japón, y con la decidida actuación de su Secretario General, Boutros-Ghali, quien ha puesto toda la fuerza de sus convicciones y de su personalidad en la emocionante e irreversible tarea de consolidar el nuevo orden mundial. Con el correr del tiempo y más pronto que tarde, habrá un solo Ejército Internacional, cada vez con mayores funciones policivas, bajo el mando del Consejo de Seguridad y de su Comandante en Jefe, el Secretario General. Boutros-Ghali no vacila en reafirmarlo en reciente entrevista concedida en El Cairo -"Time Intl.", enero 18/93- "Yo necesito, dice, ser capaz de enviar una fuerza de paz de la ONU dentro de tres días, y no tener que esperar tres meses de negociaciones para poder actuar".
Un nuevo paradigma global para el fin del siglo.
Luego del fin de la guerra fría el papel de la "relación atlántica" no ha terminado. Por el contrario, es mucho lo que tiene que hacer la OTAN en el marco de unas nuevas relaciones internacionales que -aún sin definir en su forma- se caracterizan por una agenda en la que los temas centrales son el medio ambiente, las armas nucleares, la migración de grandes masas poblacionales y el hambre.
La globalización de la democracia.
La defensa de la democracia a nivel global es tarea que debe adelantarse con firmeza y, en concreto, mediante un compromiso de las grandes potencias con "una política mundial de la democracia", es decir, con un combate frontal del totalitarismo que es necesario ejecutar -en opinión de Revel- aun a despecho del principio de no intervención.
Las grandes potencias y la economía mundial.
Dada la coyuntura recesiva por la que atraviesa la economía mundial -uno de cuyos rasgos es la escasez de capital que se evidencia a todos los niveles-, es necesario pasar del modelo trilateral (Estados Unidos, Japón y Alemania) que ha venido tirando del proceso económico global, a uno de cooperación multilateral que inyecte liquidez e incentive la demanda de cara a una recuperación equilibrada de los flujos de comercio e inversión, tanto en el mundo desarrollado como en los países atrasados.
Estados Unidos y América Latina en los noventa
Las relaciones entre Estados Unidos y América Latina están llamadas a profundizarse y a asumir una nueva dimensión en este fin de siglo. La coyuntura global favorable a la conformación de bloques regionales, el aumento del comercio mutuo en la última década y el crecimiento de la emigración latinoamericana hacia el norte del hemisferio, entre otros factores, hacen que América Latina adquiera cada vez más relevancia ya no sólo en la agenda de seguridad norteamericana sino en la escala de sus propias prioridades económicas.
Europa, Estados Unidos y la hegemonía global.
Terminada la guerra fría la relación entre Europa y Estados Unidos estaría llamada a sufrir modificaciones que van más allá de lo simplemente epidérmico, como se evidenciaría en los límites que comienza a acusar la OTAN. No obstante, y aun a despecho de las distintas prioridades geopolíticas y de la sombra de un virtual conflicto comercial, el autor suscribe y fundamenta la idea de que es necesaria una nueva alianza europeo-norteamericana capaz de influir decisivamente en los destinos de la comunidad internacional' .
Neoliberalismo, o renacimiento liberal. Thatcher, la precursora.
Iniciativa individual, privatización, productividad y rechazo al paternalismo estatal fueron los pilares de la política que introdujo la ex primer ministra británica, que luego fortaleció Ronald Reagan y finalmente se extendió a casi todo el mundo.
La década socialista en España.
No obstante los síntomas desgaste que comienza a presentar -por la coyuntura recesiva de la economía europea, por los escándalos de corrupción de la burocracia partidista- el balance de los diez años de gobierno del Partido Socialista Obrero Español es altamente favorable: superación de las dificultades económicas derivadas del gobierno Suárez, manejo equilibrado de las demandas descentralistas (e independentistas) de las Comunidades Autónomas, ingresos a la Comunidad Europea y a la OTAN que acabaron con el aislamiento internacional de España, compromiso a fondo con la reconversión industrial, aumento sostenido del crecimiento económico, extensión de la seguridad social al 99 por ciento de la población, etcétera.
La transición política en Argentina, 1983 – 1991.
La democracia argentina se halla en un período de consolidación luego del tránsito desde el régimen militar. Entre los desafíos que se le han presentado al nuevo orden institucional en este lapso se cuentan tanto la superación de un modelo de economía cerrada vigente durante más de medio siglo, como el restañamiento de las heridas generadas por la dictadura y el manejo de las tensiones derivadas del peso político que tradicionalmente ha tenido el Ejército, amén de su tradicional vocación golpista.
La presión inmigratoria en Europa.
La realidad del volumen de los desplazamientos poblacionales hacia Europa está superando todas las estimaciones. El problema -cuya única solución es mediata y descansa sobre un manejo no nacional sino colectivo, desenvuelto en el marco de la Comunidad Europea y orientado a la ayuda económica a las regiones donde se origina la emigración- se ve agravado por la difícil coyuntura de Europa del Este y por la inestabilidad social y política de África, y es un reflejo del nudo de tensión al que tendrán que asistir las relaciones internacionales en las próximas décadas como consecuencia de los graves desequilibrios existentes entre el Norte y el Sur.
Bases económicas para un programa de cambio.
Discurso del presidente norteamericano, Bill Clinton, pronunciado ante el Congreso de su país el 17 de febrero pasado.
Comunicado de los presidentes de los países miembros del Grupo de los Tres y Centroamérica.
En seguimiento de los acuerdos de Tuxtla-Gutiérrez se reunieron en Caracas, Venezuela, el día 12 de febrero de 1993, los presidentes del grupo de los Tres: César Gavina Trujillo, presidente de la República de Colombia; Carlos Salinas de Gortari, presidente de los Estados Unidos Mexicanos y Carlos Andrés Pérez, presidente de la República de Venezuela, con los presidentes de Centroamérica: Rafael Ángel Calderón Fournier, presidente de la República de Costa Rica; Alfredo Cristiani Félix Burkard, presidente de la República de El Salvador; Jorge Antonio Serrano Elías, presidente de la República de Guatemala; Rafael Leonardo Callejas, presidente de la República de Honduras; Violeta Barrios de Chamorro, presidente de la República de Nicaragua y Guillermo Endara Galimany, presidente de la República de Panamá, y expidieron el siguiente comunicado.
Liberalismo y socialdemocracia en el PSOE.
Entrevista con Carlos Solchaga, Ministro de Economía y Hacienda de España.
El futuro de la política.
Al preguntarse por el futuro de la política cabe contestar que las fuentes nutricias del poder (las jerarquías sociales, la desigual distribución de los recursos económicos, la división del trabajo, las pasiones y ambiciones humanas) seguirán fluyendo ininterrumpidamente hasta la combinación de los tiempos.
La segunda era axial.
En el milenio anterior a Cristo, y más específicamente en la segunda mitad del mismo, la sociedad humana pasó por lo que Karl Jaspers denominó “una era axial”. En toda la esfera terrestre, en las diversas partes del mundo, contemplamos una extraordinaria transformación de la conciencia – religiosa espiritual y filosófica –.
Las incógnitas del nuevo orden internacional.
La idea de un nuevo orden internacional no es precisamente nueva: el mismo George Bush recordó, en su discurso al Congreso del 6 de marzo de 1991 sobre la derrota de Irak, que "por segunda vez en este siglo la esperanza de una paz duradera procede de los horrores de la guerra", asegurando que a la tercera iría la vencida: "Ahora podemos ver a un nuevo mundo tomar forma bajo nuestros ojos".
El islamismo, relevo del comunismo.
Hace varios meses, una delegación del clero iraní fue recibida, a petición propia, por un cierto número de representantes del mundo árabe-islámico en Naciones Unidas. Los miembros de esta delegación declararon que habían ido a llevar la Gran Noticia: la hora prevista por diversos textos sagrados había llegado. La hora de la movilización de todos los musulmanes para proteger su religión perseguida. Según ellos, los textos dicen que el día en que el Islam sea atacado al mismo tiempo de Este a Oeste y de Norte a Sur, ese día, el llamamiento a la guerra santa, que por lo general es un llamamiento al dominio sobre uno mismo, es decir, a la ascesis, se convertirá en un llamamiento a la violencia contra todos los enemigos del Islam. ¿Y qué es lo que vemos hoy día?, preguntaban los delegados iraníes. Se aniquila a los musulmanes en la India y en Bosnia, en Palestina y en los países hermanos.
Conservadores y liberales.
El conservatismo ha sido asociado con la derecha, y sin duda hay mucho conservador allí: gente adversa al cambio, sobre todo cuando afecta a sus privilegios, cuando obliga a competir a quien ya está acomodado. Pero el conservador de derecha se está volviendo más escaso.
La era de la tolerancia.
La inquietante camiseta se la vi a un joven de mirada bovina en el metro de Nueva York. Decía: "La masturbación provoca amnesia... y otros daños que ya no recuerdo". Junto a él, inmutable una señora bostezaba mientras un anciano intentaba leer el Times. Nadie parecía sentirse ofendido. A nadie le importaba el desafiante "graffitti" del orgulloso Onán neoyorquino. Hemos entrado, felizmente, en la era de la tolerancia.
“Pax”
“La tarea de estructurar un plan para la infiltración de la Iglesia Católica en el mundo, fue encargada por José Stalin, casi al finalizar 1945" El polaco Boleslaw Piasecki fue considerado como la persona adecuada y "se le asignó la misión de crear en Polonia un organismo que estableciera vínculos con la Iglesia Católica de ese país en el nivel de creyentes, sacerdotes y obispos. Nació, así, Pax... Definido desde sus orígenes, el año 45, como 'una corriente interior del campo socialista', el Movimiento Pax se definía 'no confesional, sino ideológico, y político', y aliado del partido Obrero Unificado (Partido Comunista Polaco)" En diciembre de 1960 Piasecki declaró: "Nuestro movimiento tiene ciertamente el deber de acudir en ayuda, lo mismo en la teoría que en la práctica, de los movimientos sociales progresistas y particularmente de los movimientos cristianos de la Europa Occidental y del mundo"
Olvido de lo esencial.
La clase política debe ser consciente de sus responsabilidades esenciales, y no solamente de la necesidad de ganar elecciones, figurar, lograr nombramientos, que es a lo que se ha reducido su accionar cotidiano en los últimos años.