La consulta popular no puede usarse como presión política: rechazamos su convocatoria por decreto

  • Convertir la consulta popular en un instrumento de presión del Ejecutivo rompe con las reglas democráticas y debilita la institucionalidad.
 
  • Confiamos en que las altas cortes actuarán con firmeza y agilidad ante las demandas ciudadanas, protegiendo el orden constitucional y aplicando las medidas necesarias para evitar alteraciones institucionales.