Revista Ciencia Política – Edición 31
INDICE DE LA EDICIÓN
Contenido
A manera de Presentación…
Democracia y reforma económica.
Luego de los procesos de democratización en el antiguo "campo socialista" y de la consolidación de las tendencias hacia la apertura y la liberalización económicas, se ha puesto en un primer plano -no sólo de la reflexión académica sino de la acción política- el debate sobre la relación entre los esfuerzos de democratización y la reforma económica. ¿Cuáles son sus causas? ¿Cuáles las semejanzas y diferencias entre ellos? ¿Cómo debe procederse para abordarlos?
La crisis de la izquierda europea.
En la actualidad la crisis de la izquierda -comunista, socialista o socialdemócrata- marca la vida política europea. El deterioro de la capacidad de intervención del Estado, la conquista de la mayor parte de sus propuestas programáticas en materia social y la desorientación que experimentan los actores sociales tradicionales dejan a la izquierda abocada a una redefinición de su proyecto.
América Latina: democracia y corrupción política.
Los procesos de consolidación de la democracia deben enfrentar los desafíos que ofrece lo que podríamos llamar "la cultura autoritaria", con toda la carga de vicio y descomposición arraigados durante años de prácticas antidemocráticas.
Europa después de Maastricht.
El Tratado de Maastricht, alrededor del cual el proyecto comunitario llegó a depositar tantas esperanzas, ha tenido un largo y doloroso proceso de ratificación. En efecto, a las resistencias nacionalistas -aún muy fuertes- vinieron a sumarse una serie de factores, como la fractura del Sistema Monetario Europeo y las guerras financieras y comerciales entre Europa, Japón y Estados Unidos, que han sembrado dudas muy profundas acerca de si la CE logrará ir más allá del mercado común, es decir, hacia la unión monetaria y política y hacia lo que se ha dado en llamar "la Europa social".
Las fuentes del programa gubernamental de Clinton
El arribo de Bill Clinton a la presidencia de Estados Unidos abre una nueva etapa en la dirección del Estado norteamericano. Sin embargo, la comprensión de los ejes que determinan el perfil de esta fase que se inicia no puede reducirse a volver los ojos sobre lo que, tópicamente, se denomina el "estilo demócrata". De hecho, concurren circunstancias tanto personales como coyunturales que son decisivas: la influencia que ha tenido Perot a nivel programático, los grupos de presión con los que mantiene nexos Hillary Clinton y el nuevo horizonte que delinea el NAFTA, entre otros.
Derecho laboral e internaciolización económica.
Los cambios que experimenta la estructura productiva a nivel global -la privatización, el crecimiento del sector servicios, la desintegración de la producción fabril (la maquila, el joint venture), la migración laboral- afectan decisivamente las relaciones de trabajo, imponiendo la necesidad de una reestructuración del derecho laboral.
Guerra, política y religión en el conflicto yugoslavo.
La división de la antigua Yugoslavia y, en particular, la guerra en Bosnia-Herzegovina, llaman la atención sobre algunos de los elementos que parecen comenzar a ocupar el vacío dejado por las grandes ideologías que caracterizaron al siglo XX: el retorno de lo religioso y el reverdecimiento del nacionalismo.
Los límites de la autodeterminación.
Los movimientos de autodeterminación cumplieron un importante papel en los procesos de descolonización (en Asia y África, por ejemplo). En la actualidad, sin embargo, dada la debilidad económica que trae consigo la fragmentación, el fenómeno tiende más bien a caotizar la política internacional ya profundizar las dificultades de los procesos nacionales de desarrollo.
Conclusiones de la cumbre de Rió.
Mas allá de los acuerdos a los que se pudo llegar, la Cumbre de Río, por sí misma, genera consecuencias que se insinúan decisivas para la definición del nuevo orden mundial, y entre las que se cuentan: la apertura hacia una lógica de cooperación; la emergencia de las ONGs en el contexto internacional; la conciencia en torno a que los países ricos deben aportar recursos de cara a un desarrollo del Tercer Mundo que no resulte antiecológico; y la percepción, cada vez más clara, que el nuevo eje de las relaciones internacionales es el Norte-Sur.
Las relaciones internacionales de América Latina en los años 90.
La apertura económica, como tendencia global, será un eje de referencia obligado de la política internacional latinoamericana en los años venideros. A su lado, sin embargo, hay otros elementos a tener en cuenta: la lucha por la consolidación democrática, la corrección de los déficit institucionales y de inversión, y la integración económica.
El verdadero Keynes.
El pensamiento de Keynes -como todos los paradigmas conceptuales de influencia- da lugar a múltiples controversias y a enfoques hermenéuticos de diversa inspiración. ¿Teoría general de la economía o apenas teoría para las coyunturas de recesión? ¿Modelo ya superado definitivamente o sistema que parece reverdecer en algunos países, Estados Unidos incluido? El presente artículo, tomado del Economist, de Londres, da luces al respecto.
Bases de la integración económica mundial.
La integración entre los pueblos no es un fenómeno que surge y se consolida en unos pocos días. La integración, a través de la historia, ha sorteado dificultades y errores. Ha aprendido con la experiencia. Ha ensayado. Se ha equivocado. Se ha superado. Y atravesará otras circunstancias antes de tomar una forma definida. Para demostrarlo, el autor se introduce en la máquina del tiempo, analiza la integración con elementos de distintas épocas históricas y fija las bases que ella debe seguir en el futuro.
La democracia en el mundo islámico.
A diferencia de lo que postula el fundamentalismo musulmán, el islamismo no toma partido sobre el problema del securalismo y la democracia (los desarrollos filosófico-políticos contrarios a esas dos nociones se hicieron con posterioridad a Mahoma y siempre -según el autor- de la mano de los intereses de las élites políticas). Pero, como sea, el mundo musulmán vivirá en los próximos años las tensiones -de grave incidencia a nivel de la paz global- que genera la necesidad de asumir reformas políticas en medio de fuerzas centrífugas de diversa índole: panislamismo y nacionalismo, y democracia e integrismo.
La resaca de la “revolución de terciopelo”.
Cuatro años después del derrumbe de los regímenes comunistas en Europa del Este, la situación en la región es de una confusión generalizada. Václav Hável, uno de los héroes de la resistencia y la lucha por la democratización, habla de los temas fundamentales de la coyuntura en la antigua "cortina de hierro": la difícil transición a la democracia, la crisis económica, el desgarramiento étnico y nacionalista, el avance hacia nuevas estructuras de seguridad regional, etcétera.
Un tema de interés político. El abuso del derecho
La doctrina jurídica del abuso del derecho (que apunta a asegurar que los derechos sean usados de acuerdo con sus fines, introduciendo límites) se levanta a partir de la fundamental relación individuo-colectividad, relación que es, de suyo, típicamente política.
La alternativa del partido liberal Colombiano: ¿Liberalismo o socialismo?
En el Congreso Ideológico del Partido Liberal Colombiano -el mayoritario en el país, actualmente en el gobierno- la creciente fracción neoliberal, en oposición a la socialdemócrata, presentó el siguiente documento.
Stalin
Estábamos en la sala de conferencias número 16 de la Universidad de Moscú, una amplia aula en la que daban clase todos los estudiantes de un mismo curso. Pero ese día reinaba un silencio poco habitual. Algunos hablaban en voz baja, pero la mayoría permanecía en silencio. Luego vino el profesor y todos nos pusimos en pie. Elogió a lósif Visariónovich con las frases típicas de ese período, con todas las definiciones empleadas tradicionalmente para describir al líder de los pueblos soviéticos. Junto a mí estaba mi amigo checoslovaco. Le miré y vi toda la preocupación y ansiedad que todo el mundo en aquella sala sentía. Me dijo: "¿Qué será de nosotros ahora?".
Hedonismo protestante.
Hace no mucho exprese en estas mismas páginas mi desacuerdo con la manía de conceder el noble título de "materialista" a nuestro momento dominado por las tarjetas de crédito y la voluptuosidad de las etiquetas. Lo cierto es que no menos difícil me resulta proclamarlo hedonista (¡y no digamos epicúreo!), pese a la reprobatoria ligereza con la que suele ser así tratado.
¿Una nueva vida para Naciones Unidas?
De repente, los cascos azules y los vehículos blindados de Naciones Unidas parecen estar en todas partes: en Somalia y Mozambique, en Bosnia y en Líbano, en Camboya. Rara vez está del todo claro lo que hacen, porque parece que mantienen la paz sin luchar, casi como si fueran ángeles de algún benevolente cielo; aunque, entonces, otra firme resolución del Consejo de Seguridad nos hace darnos cuenta de que también en nombre de Naciones Unidas pueden verse amenazadas las vidas. Aun así, difícilmente pasa un solo día sin que los medios de comunicación nos recuerden la realidad de esa casi olvidada organización situada junto al East River. ¿Será que el nuevo papel de Naciones Unidas es el dividendo de paz que se nos paga a nosotros, los ciudadanos del mundo, tras el final de la guerra fría?
Propuestas para el nuevo milenio.
Todos los profetas corren el riesgo de parecer ridículos con el paso del tiempo, pero aquellos que tratan de prever las ideas y filosofías dominantes en el futuro están particularmente expuestos a verse en un aprieto. Se necesita valor, así como perspicacia, para hacer predicciones firmes sobre este terreno notoriamente complejo y volátil, y la mayoría de los intelectuales -incluso cuando su punto fuerte profesional haya sido la forma de las cosas por venir- ha tendido a eludir el reto.
El mercado borrará las naciones.
Durante un siglo se pensó que en los textos de Marx se encontraba el camino más corto para terminar con los nacionalismos. La propia Unión Soviética, heredera del imperio zarista, era una buena muestra de esa manera de entender la historia. En la antigua URSS se vivía bajo la ficción de que las naciones coexistirían armónicamente hasta el momento en que las diferencias fueran cediendo y una nueva criatura, despojada de su indumentaria local, se fundiera en un abrazo con todos sus vecinos.
El fascismo de traje gris.
Hay una juventud europea que vuelve al fascismo. Esta es la noticia siniestra que parece proporcionarnos buen número de acontecimientos de los últimos tres años, desde la caída del muro interalemán hasta la guerra entre serbios y croatas. Aumentan las agresiones a extranjeros en Alemania, al tiempo que muchos de los antiguos militantes de las juventudes comunistas del Este se apuntan a grupos neonazis. Grupos de ideología fascista se instalan seriamente en el panorama parlamentario en algunos países, como es el caso del Frente Nacional francés, los Republikaner alemanes o los denominados liberales austriacos. La cultura de la violencia ultraderechista penetra y se expande en el mundo del deporte y del rock Surgen movimientos populistas en los aledaños de esta extrema derecha, proporcionando apoyo y respetabilidad a la manifestación de sentimientos odiosos y discriminatorios. En el Este, en lo que fueron los países socialistas, reaparecen viejos extremismos de derecha, a veces en íntima relación con la nostalgia estalinista en forma de un nuevo fascismo rojipardo: la glorificación del Estado totalitario comunista aparece así en peligrosa combinación con el antisemitismo, la xenofobia, y el ultranacionalismo.
Para una teoría de la transición a la democracia.
Es incuestionable que la democracia es hoy la norma universal para las prácticas políticas y constitucionales de las sociedades modernas. La democracia es el patrón universalmente compartido que proporciona legitimidad interna y reconocimiento externo a los regímenes, pero también se ha convertido en algo vago. El concepto necesita ser continuamente elaborado y precisado.
Rescatando el capitalismo.
Cuando se habla de capitalismo -independientemente de las críticas de diferentes órdenes que se le puedan y deban hacer- viene a la mente una economía abierta, que anima la sociedad toda, en la que encontramos un ritmo muy dinámico de inversiones, la gente se asocia una con otra para hacer negocios (grandes o pequeños), el capital de riesgo fluye, los ahorros se movilizan, la bolsa de valores se activa y todos (obreros y patrones) se sienten capitalistas.
El gobierno no está en guerra contra nadie.
Decir que el gobierno esta en guerra contra la subversión, o contra el narcotráfico, es un grave error conceptual porque indica que quien emplea esta expresión desconoce básicos principios relacionados con el constitucionalismo liberal, los derechos de los ciudadanos y las obligaciones de un gobierno que no puede hacer ni más ni menos que lo que le ordenen la Constitución Nacional y las normas legales.
La democracia excluye el delito político.
Bajo un sistema totalitario, y aun bajo una simple dictadura, es casi inevitable incurrir en el delito político cuando se lucha por el cambio democrático. En ambos casos el gobierno ha establecido por principio, hace imposible el disentimiento, cierra todo cause de expresión antagónica y establece un control policiaco que trata de perfeccionarse de manera incesante, como condición para sostenerse en el poder.
Nueva posición de la izquierda: la utopía desarmada.
En reunión llevada a cabo a mediados de abril último en Princeton University, que fue en realidad un foro de candidatos presidenciales de la izquierda -Cárdenas de México, Lula del Brasil, Navarro de Colombia y Zamora de El Salvador-, se habló délas alternativas políticas de América Latina en un ambiente discursivo, académico, civilizado, muy lejos de la lucha armada y del monotema del antiimperialismo.
