El 2020 presentó un reto para todos los gobiernos a nivel mundial al enfrentarse a la contingencia por COVID-19 y los efectos que esta produjo en el factor económico y social. En términos agregados, dicha crisis conllevó a un aumento de la deuda de casi el 100% del PIB mundial, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (BBC, 2020).
En el caso de Colombia, entre las medidas empleadas para frenar los efectos causados por la emergencia sanitaria y el confinamiento obligatorio, se generó el Fondo de Mitigación de Emergencias, FOME. Este se utilizó para fortalecer el sistema de salud con la compra de elementos médicos y camas de UCI, apoyar a las empresas que vieron reducidos sus flujos de caja con el fin de evitar que cerraran y ayudar a los trabajadores por cuenta propia y no asalariados que se vieron imposibilitados para trabajar durante las medidas de aislamiento preventivo.