Mayor recaudo no se está traduciendo en ejecución, empleo, ni crecimiento económico
En el actual contexto de desaceleración económica, el Gobierno del presidente Gustavo Petro aún no materializa su programa de gobierno haciendo del gasto público como principal dinamizador de la economía: a pesar de que a junio de 2023 el recaudo fiscal fue 30% superior al año anterior, -en solo el impuesto al patrimonio se recaudó 19 veces más-; en julio la ejecución del presupuesto de la Rama Ejecutiva apenas llegó al 44%, el empleo público cayó en 5 mil puestos de trabajo, y el PIB para el segundo trimestre sólo creció 0,3%.
A la espera de la tasa de desempleo en julio, la de 9,3% de junio no se presentaba desde las épocas prepandemia. El Observatorio de Impacto Económico de las Políticas del Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría Olózaga, después de analizar las últimas cifras de recaudo fiscal, ejecución presupuestal, desempleo y del PIB, concluyó que el mayor recaudo fiscal no se está traduciendo en ejecución, empleo, ni crecimiento económico, sino que, parece ser el sector privado, el que, resistiendo los vientos de desaceleración económica está consiguiendo que el comportamiento del desempleo regrese a los patrones históricos que ha tenido en el país desde hace 10 años.
Según el DANE, respecto a 2022, en junio la rama de “Administración pública y defensa, educación y atención de la salud humana”, fue la que vinculó un mayor número de nuevos trabajadores al mercado laboral, -en total 269 mil, 10% más que el año anterior-, y la que presentó el segundo mayor crecimiento el segundo trimestre, -4,5%-. Algunos interpretan que el mayor empleo generado por la rama, así como su crecimiento se deben al gasto público en las actividades que la conforman.